El Discurso que Nunca se Dijo

Bajo los juegos Bruscos con mi hermano donde siempre salía perdiendo por mi poca inteligencia llego un día al hogar aquel ángel que cambiaria la vida no solo de dos hermanos sino de una Familia Entera.
Deje de ser el Preferido, lo que muchas veces llegue a odiar para ser el hermano mayor de una pequeña niña que había nacido en nuestro hogar, la ternura y un toque de delicadeza llego a nuestra casa con la intención de cambiar muchas cosas dentro de nuestros corazones. Hoy las cosas no son diferentes si muy bien aquella niña ya no es la pequeña traviesa hoy es la gran adolecente que se enfrenta a los desafíos de la vida en una gran soledad que por muy acompañada que ella se sienta con sus amigas siempre le faltara el toque masculino de un padre ausente. El hombre no está, su madre no la comprende y sus hermanos no hacen más que verla con ojos de lastima, es pequeña ni muy pequeña pero todos sabemos que de alguna forma le cuesta ver la vida con los ojos de ella.

Pero uno no se rinde y por más que lo oculte está al lado de ella, con gritos, peleas y muchas veces insultos que no van ni más ni menos con ira por el dolor de no poder ver una felicidad en aquella criatura tan linda que llego a nuestro hogar.
Eres más que nosotros, nos demostraste desde el primer día que diste a luz que eras una luchadora… luchaste por tu vida y te la quedaste y hoy no haces más que pedir perderla. SE como cuando eras una recién nacida lucha por lo que te pertenece y apóyate de aquellos que te amaran por siempre… tu madre, tu padre y tus hermanos que tomando encuentra al más pequeño de los hombres que te mira y te cuida de lo más lejano de su habitación que siempre está pendiente en su soledad de aquella princesa que con una sonrisa y unos ojos saltones llego a un hogar a cambiar las vidas.