Oscuridad Absoluta

Aquel Joven, de ojos saltones y mirada timida, esperaba en el frío de la noche que aquella mujer de mirada penetrante llegara a su lado, la noche era fría pero por medio de los abrazos se iba pasando aquel frío de últimos días de invierno.

Entre juegos, miradas y tomada de mano… el cariño crecía entre aquellas dos personas que desde simple vista se demostraba lo que había entre ellos dos. La noche se hacia mas oscura las horas pasaban y la soledad los rodeaba en aquella cocina. El silencio y las miradas eran cómplices de lo que ellos creaban en aquellos segundos.

De pronto, un te quiero… un beso y un abrazo.

Cuando aquella persona me contó esta historia, quede plenamente para dentro… nunca pensé que existieran momentos así… “es obvio” dije yo, “eso fue obra del corazón”.

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