La mire y la tome... pero ella se negó.

La mire de pies a cabeza y quien sabe en algún momento tal vez la abracé, jugó con mi celular y prometí pasarle un juego, comimos helado y caminamos por providencia, vimos tienda de cosas de sexo, nos paramos afuera del McDonald y fue ahí cuando pensé en darle un beso.

La mire, la tomé y la abracé pero aun así ella se alejaba de mi.

Ahora es distinto... los papeles se dieron vuelta o mejor dicho la historia se dio vuelta...
Esta historia ya no habla de dos jovenes donde uno quiere tomar la mano del otro, sino, que habla de dos personas que no se sueltan nunca

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