Bajo las estrellas

Buscando un caótico refugio para mis problemas decidí salir a las calles, a las oscuridades de mi ciudad a vivir los años perdidos por estudios, trabajos y encierros en mi hogar.
Llegue a muchos lugares que nunca pensé que existieran, con un millón de personas que se sentían igual que yo y buscan un abrigo de amistad en aquellos extraños lugares. Pero la vi, desde muy lejos y no deje de sorprenderme por su belleza y su relativa baja edad que demostraba, no lo quería creer de porque estaba ahí esperando a la vida. Me acerque y comencé a hablar con ella, descubrí sus problemas y “el porque” de encontrarse en aquel lugar, no deje de mirarla a los ojos… brillosos y llenos de misterios, todo unos ojos de una mujer de la noche.
La tome de la mano y le brinde mi apoyo, sabía que después de tantos años de soledad había encontrado a alguien que se pareciera a mí, le dije que se alejara de ese lugar y de lo que cada noche llevaba a su cuerpo a hacer, le ofrecí mi ayuda y mi compañía… y aun así no quiso aceptarlo. No me di por vencido y cada noche fui a visitarla a la misma hora, hasta que decidió ir conmigo a conocer la vida, una vida alejada a las de una compañera sexual.