El flaco alto y el gordo pequeño

Así estamos hasta que las agujas del reloj llegan a las 6:00 de la tarde, felices sin ningún problema a sonreír y compartir. 
Hasta que el invade nuestro mundo y lo oscurece por completo, el mío por lo menos ya que el tuyo sigue brillando como siempre.
 
En ese momento vuelvo a donde pertenezco esperando al siguiente día para volver a verte o hasta el día que me aburra y no vuelva mas.

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