El llorar de la luna.

Intente darle una explicación lógica pero el peso de mis dudas era muy grande para poder afrontarlo en soledad.
Busque la forma de subir a la luna para poder en ella buscar refugio, pero solo encontré un millón de dudas que aumentaban mi confusión.
Volví a viajar en búsqueda del calor del sol y cuando puede encontrar aquella esperanza de relajo vi en la lejanía a mi amiga luna llorar por su lado más oscuro y sonreír por su lado más iluminado.
Ella al igual que yo necesitaba un amigo que lo acompañara, me aleje del sol que me daba lo que necesitaba y aprendí a entender a la luna.

No llores amiga luna, eres bella aun con tus heridas y aquí estoy yo para ayudarte a encontrar tu equilibrio.

Esa noche la luna, como nunca antes vista, estaba brillando fuertemente en la oscuridad el cielo.

Era luna llena, llena de amor.

Comentarios

Entradas populares