Y si no llegas
Entro oculto por la oscuridad, la puerta entre abierta dejaba pasar un pequeño rayo de luz que iluminaba justo su cara. El de adentro en la cama y le dijo "disculpa por llegar tarde, pero no me decidía nunca a venir por ti". La muchacha no se movía, era el fin y muy tarde para el que demoro en ir a cuidarla.
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